Dyna 2000 – Fase Clubstyle
Esta es la foto que resume esta fase: la Dyna ya con un aire claramente clubstyle, lista para hacer kilómetros, sin perder la esencia de lo que venía siendo el proyecto, pero con mucha más funcionalidad y mala leche estética.
Asiento con rombos, sissy bar y una alforja en condiciones
Para esta fase quise tirar más hacia un rollo clubstyle: moto para usar, hacer rutas, ir a currar y, si hace falta, cruzarse medio mapa sin dejar la espalda en el intento.
Mantuve la misma pintura, pero cambié el “mobiliario”: asiento tapizado con rombos, un sissy bar que además de estética te deja cargar algo detrás, y una alforja mucho más digna que la que llevaba antes, rescatada de vaya usted a saber qué moto.
El fairing llegó también como parte del pack clubstyle. Hubo que adaptarlo un poco para que encajara bien en esta Dyna, pero una vez puesto cambia completamente la cara de la moto y te quita bastante aire del pecho en autovía.
Regalo de cumpleaños: Supertrapp 2-1
En enero, por mi cumpleaños, me hice el regalo que llevaba tiempo rondando: unos Supertrapp 2-1 en aluminio cepillado.
Además del sonido y el rendimiento, encajaban a la perfección con la idea de moto más “club” y menos bobber. Línea limpia, un solo escape saliendo por el lado derecho y ese look de escape serio que invita a darle gas.
El run-run en la cabeza: tensores del TC88
Conforme iba disfrutando de la moto en esta configuración, empecé a notar algo raro. Un ruido en la zona de distribución que, para cualquiera, podía pasar desapercibido… pero mi cabeza ya venía con la idea clara: los TC88 pecan de los tensores.
Se la llevé a Jose, de Flat Track, un pedazo de mecánico de Harleys. De primeras no escuchó nada fuera de lo normal, pero el run-run seguía ahí. Así que un día, sin más, abrí la distribución. Y ahí estaba la sorpresa.
Los tensores del motor estaban prácticamente sentenciados. Se salvó el motor por poco. En ese momento quedó claro que no era cuestión de cambiar por otros tensores y seguir como si nada: había que hacerlo bien.
La moto se quedó parada hasta conseguir todo lo necesario para hacer el upgrade serio: un kit S&S para pasar de tensores a una distribución por engranajes, sin mantenimiento y con una fiabilidad muy superior.
Kit S&S: distribución por engranajes
Con ayuda de Johnny Maracas, otro referente del mundo Harley, cambiamos todo el conjunto: rodamientos, árboles de levas, bomba de aceite de alto caudal y la famosa distribución S&S por engranajes.
El resultado: un motor mucho más fino, sin tensores que sufran y con la tranquilidad de saber que, por dentro, la moto está preparada para muchos kilómetros más sin sorpresas en esa zona.
De vuelta a la calle
Con la distribución nueva, los Supertrapp, el fairing, el asiento con rombos, el sissy bar y la alforja en condiciones, la Dyna quedó lista para lo que viniera: ir a currar, rutas largas o simplemente salir a despejar la cabeza.
Clubstyle por fuera, tranquilidad por dentro
Esta fase de la Dyna es la mezcla de dos cosas: la estética clubstyle funcional, pensada para usar la moto de verdad, y la tranquilidad de saber que, por dentro, el motor está actualizado y protegido.
A veces los proyectos no van solo de cómo se ve la moto, sino de saber que cuando giras la llave y das al botón, todo lo que no se ve por fuera está igual de cuidado que la pintura.