Bobberman Kustoms
Restauración, personalización y puesta a punto de motos. Mimos en la mecánica, detalles en la estética y respeto por la historia de cada máquina.
Garaje pequeño, ideas grandes. Hazlo tú mismo. Fuck ITV.
Motos custom, proyectos reales y un friki del detalle detrás de cada tornillo. Esto no es un concesionario: es un garaje vivo.
Soy Sebis, el loco detrás de Bobberman Kustoms. De familia humilde, criado entre madera y herramientas, y enganchado a todo lo que se pueda desmontar y transformar. Después llegaron los motores, las dos ruedas y el metal.
Trabajo de noches desde 2009 en el Centro de Gestión de Seguridad de Cajamar, y entre turnos, sueño y ojeras, me saqué el módulo de Electromecánica de Vehículos entre 2013 y 2015, con un 8,1 de media y siendo de los mejores de la clase.
Entré por los 4x4, pero me compré una moto china barata para gastar menos. La desmonté, la customicé y ahí se me fue de las manos. A partir de esa moto empezó todo esto.
No hace falta un taller de 300 m² ni una cuenta infinita en el banco. Hace falta cabeza, paciencia y ganas de aprender.
Mi filosofía es simple: compartir lo que voy aprendiendo, animar a la gente a meterle mano a su propia moto y demostrar que, con herramientas básicas y algo de maña, se pueden hacer cosas muy serias.
En mis redes muestro procesos reales, aciertos y cagadas, sin filtros. Si puedo hacerlo yo desde un garaje pequeño, tú también.
Restauración, personalización y puesta a punto de motos. Mimos en la mecánica, detalles en la estética y respeto por la historia de cada máquina.
Proyecto propio para digitalizar el historial de las motos mediante códigos QR: mantenimientos, modificaciones, ITV… Todo en una ficha accesible al escanear.
Líneas finas, pulso firme y mucha paciencia. Desde 2017, tras formarme con Ismael “Smaily” Navarro, trabajo el pinstriping como forma de darle un toque único a depósitos, cascos y piezas especiales.
Ver pinstripingEn 2017 hice un curso de pinstriping con Ismael Navarro (Smaily). A partir de ahí estuve varios años practicando líneas, curvas y filigranas sobre todo lo que pillaba: piezas sueltas, depósitos, cascos y cualquier superficie que sirviera para mejorar el pulso.
Ahora lo tengo un poco parado, pero el maletín sigue preparado: pinceles, pinturas y ganas de liarla en el próximo proyecto de moto que lo pida. No es solo decoración, es una forma de firmar a mano cada máquina.
Si te mola la idea de combinar una moto custom con detalles de pinstriping clásico, aquí es donde empiezan las ideas.
Aquí irán algunos de los proyectos que mejor me representan: motos rescatadas, transformaciones y setups con historia.
Si quieres ver más en detalle, los iré agrupando en la sección de proyectos.
¿Quieres una moto con alma, o quieres aprender a hacértela tú mismo?
Escríbeme y vemos si encajamos, sin humo y con las cosas claras.